viernes, 21 de febrero de 2020

Los puertos y las navieras europeas advierten de los riesgos de electrificar los muelles


AMBERES.- Las asociaciones de navieras y puertos europeos, European Community Shipowners’ Association (ECSA) y la European Sea Ports Organization (ESPO), respectivamente, han advertido sobre el riesgo que supone confiar exclusivamente en la electrificación de los muelles como alternativa a los combustibles fósiles. 

“Es una parte importante de la solución, y en algunos puertos la única”, ha reconocido la secretaria general de la ESPO, Isabelle Ryckbost. “Pero hay que encontrar soluciones equivalentes, porque podrían convertirse en activos en desuso”. 
En este sentido, Ryckbost ha explicado que no existen garantías del uso de la instalación por parte de las navieras una vez que las instalaciones estén disponibles, a lo que ha añadido la escasez de electricidad en algunas ciudades y su precio. 
De manera similar, el secretario general de la ECSA, Martin Dorsman, ha opinado que “debemos ser prudentes con la electrificación y mantener todas las opciones abiertas”.
En el marco de la European Shipping Week, celebrada del 17 al 21 de febrero en Bruselas (Bélgica), Dorsman ha reivindicado la necesidad de invertir en I+D para desarrollar tecnologías de cero emisiones. 
“Nos encontramos en el principio del proceso de desacarbonización y el primer paso es encontrar nuevos combustibles”, ha declarado. Con esta finalidad, las asociaciones internacionales que representan a esta industria han presentado una propuesta conjunta ante la IMO para establecer un fondo marítimo de I+D de 4.630 millones de euros, que sería financiado con impuestos en los combustibles.
Las navieras han remarcado que los primeros resultados en el ámbito de las nuevas tecnologías y combustibles son prometedores, especialmente para buques de short sea shipping (SSS). 
A esto, han añadido que los desarrollos deben madurar y estar disponibles de manera global tan rápido como sea posible para poder ser aplicados también en el transporte de mercancías de larga distancia.
Por su parte, Ryckbost ha subrayado que el gas natural licuado (GNL) “puede convertirse en un combustible de transición para los próximos diez o quince años”, aunque, según su perspectiva, la descarbonización total del ‘shipping’ requerirá del desarrollo de nuevos combustibles. 
“Habrá una necesidad sin precedentes de coalición y cooperación entre stakeholders y legisladores”, ha añadido la secretaria general de la asociación europea de puertos. “Y necesitamos cooperar también con los productores y proveedores de energía, no solo con las navieras”. 
A este respecto, la ECSA ha concluido que cambiar a un ‘shipping’ inteligente y seguro de cero emisiones es posible, pero requerirá un cambio radical en la industria marítima y su cadena de suministro.
Los puertos europeos, a través de ESPO, han asegurado durante las jornadas estar completamente comprometidos con la erradicación de sus emisiones de gases de efecto invernaderos (GEI). 
Las navieras han secundado la estrategia de la IMO de reducir las emisiones GEI del transporte marítimo de mercancías a nivel internacional al 50% en 2050 y también se han alineado con el objetivo fijado por las Naciones Unidas en la COP25 de Madrid, en la que se acordó limitar el aumento de la temperatura global en 1,5 grados centígrados.
En cuanto al Green Deal promovido por la Unión Europea, tanto ESPO como ECSA han alentado las iniciativas que contribuyan a estas finalidades. No obstante, en referencia al sistema de comercio de emisiones o Emissions Trading System (ETS) propuesto por la UE, ambos ha expresado sus dudas: 
“Su mecánica no es clara, no sabemos su impacto o consecuencias”, ha afirmado el presidente de la ECSA, Claes Berglund. “Queremos dialogar con la Comisión Europea al respecto”. Por su parte, desde el ámbito naviero han aconsejado que la UE presione a la IMO para el establecimiento de medidas para 2023, de manera que se asegure la competitividad del sector portuario europeo
Finalmente, la ESPO ha remarcado que el ‘shipping’ “es la forma de transporte comercial más eficiente en carbono, en términos de emisiones de CO2 por tonelada de carga movida y kilómetro”. 
Además, ha recordado que, según la ONG International Council of a Clean Transportation, esta industria redujo entre 2008 y 2015 sus emisiones en el 8%, pese al crecimiento del comercio global. 
O, en términos equivalentes, el 30% en la última década. Por este motivo, tanto la ESPO como la ECSA han lamentado que el SSS y las autopistas del mar no se haya tenido en cuenta en el Green Deal como alternativa modal junto al transporte ferroviario y de aguas interiores.
La ECSA propone que la UE desempeñe un papel de liderazgo a la hora de mitigar el cambio climático, sin distorsionar su competitividad internacional. “Europa debería asegurar que los objetivos de reducción de emisiones establecidos por la OMI se cumplen”, ha reivindicado. 
Concretamente, ha aconsejado que las instituciones europeas influencien en los procesos regulatorios de la OMI “de manera constructiva y equilibrada”, así como que aseguren el consenso entre sus estados miembro. 
Entre otros, teniendo en cuenta las inquietudes de los pequeños estados insulares y los países menos desarrollados.

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