miércoles, 14 de febrero de 2024

«Todo por la Patria” o tal vez “todo por la pasta» / Juan Carlos Martín Torrijos *


Este fin de semana los españoles hemos asistido, tal vez demasiado pasivamente, al triste espectáculo de un Presidente de gobierno sin dignidad ni vergüenza.

Todo por la Patria

El viernes 9 de febrero dos guardias civiles (David Pérez Carracedo, de 43 años y Miguel Ángel González Gómez, de 39) eran asesinados mientras participaban en una desigual operación de lucha contra el narcotráfico, que asola las costas de Barbate, Cádiz. Ambos fallecieron al ser embestidos de forma totalmente premeditada por una embarcación de alta velocidad.

En ese mismo suceso otros dos agentes resultaron heridos y todos hemos sido testigos en las redes y en los medios que los narcotraficantes sin escrúpulos que cometieron estos delitos eran jaleados por gentuza, que no merece otro calificativo, en un espectáculo más propio de un circo romano que de un país civilizado en pleno siglo XXI. 

Los guardias civiles asesinados, como el resto de guardias civiles y militares, al atravesar diariamente el umbral del cuartel pasan debajo de una leyenda que dice «Todo por la Patria«, que ese día alcanzó su máximo sentido , con la entrega de la misma vida en defensa de los intereses legítimos de los españoles.

Todo por la pasta

Al día siguiente, el sábado 10 de febrero, como si el día anterior no hubiera pasado nada, Pedro Sánchez, presidente de un gobierno indigno, eligió no asistir a ningún funeral de los guardias asesinados, cuando era un duelo vivido y sentido a nivel nacional, pero sí a hacer un “paseíllo” por la alfombra de unos premios Goya que, dicho sea de paso, están muy politizados.

Además, lo hizo empleando para llegar a Valladolid, dónde se celebraba la gala, unos medios públicos excesivamente costosos para la ocasión: un Super Puma y un Falcon 900 del Ejército del Aire, con gran escándalo de la ciudadanía, aunque eso a él le da igual, ya que los medios de comunicación, clientelares y gomiosos, han guardado silencio en este aspecto, pero no en ensalzar a su “jefe”.

Esta afirmación la hago apoyándome en dos artículos que a continuación se recogen.
 
El primero de ellos es un magnífico artículo de la publicación Ok diario del periodista Roberto Pérez titulado Cientos de agricultores esperan a Sánchez al grito de «¡Hijo de p…!» horas antes de que empiecen los Goya (+INFO).

En él, se afirma que “a las 17.00 horas ya había cientos de agricultores congregados a las puertas de la sede donde va a tener lugar este evento” dispuestos a abuchear al presidente de este “desgobierno” y, que “ante el panorama, Moncloa intenta que el presidente no se tenga que ver con los manifestantes, entrando por un acceso alternativo y en coche, en vez de a pie.

Es decir, introducirlo en coche oficial y escoltado hasta dentro del recinto en el que va a tener lugar el evento, blindándolo de las protestas y aislándolo por completo de quienes le exigen explicaciones y soluciones”, de forma que el “paseíllo” que se ha publicado en las redes no tuvo lugar en un espacio abierto, a la entrada del recinto, sino que la organización lo montó “en el interior, bajo cubierto y, por tanto, con entrada restringida”.

El otro artículo, de esa prensa gomiosa, como corresponde a unos medios subvencionados, muestra otra versión de esa llegada del Pedro Sánchez al recinto de los Goya, en un artículo del El Economista.es, titulado “El momento viral de Sánchez en los Goya: recibido a vítores de «Pedro, Pedro» en la alfombra ‘fucsia”.

En el colmo de una adulación obscena, la periodista que lo suscribe llega a afirmar que “el presidente del Gobierno ha sido recibido a vítores de «Pedro, Pedro» a su llegada a la alfombra roja (este año fucsia) de la Feria de Valladolid, como si se tratara de una estrella más del panorama cinematográfico. La llegada de Pedro Sánchez ha corrido como la pólvora en X, el antiguo Twitter, siendo uno de los momentos más virales de esta edición número 38 de los Premios Goya”.

¿Qué se puede deducir de todo esto? Sencillamente que Pedro Sánchez, en un día de duelo y consternación nacional, eligió programar una “llegada triunfal” a un certamen aprovechado históricamente por la izquierda para lanzar proclamas, con todo un montaje de unos supuestos ciudadanos que se habían concentrado allí libremente y que le aclamaban fervientemente.

Sin embargo, la realidad es otra, puesto qué si comparamos ambos artículos, rápidamente nos daremos cuenta de que ese baño fue programado, controlado y preparado por el mismo Pedro Sánchez, puesto que si tuvo que entrar, casi como aquel que dice, por la puerta de atrás según nos cuenta Roberto Pérez, las escasas 50 personas que puede verse que le aclamaron a los gritos de ¡Pedro, Pedro! estaban en el interior del recinto, con entrada controlada y ya podemos imaginarnos quiénes eran.

 

 (*) Licenciado en Derecho y coronel de Aviación (r)

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